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Publicado por:
Paco Puyuelo
20/11/2006 13:27
http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=353368

Una de las obras del artista. | S.E.
El artista de Peralta de Alcofea recibió un homenaje durante una exposición de su obra en la capital gala
F.J.P.
20/11/2006
MONZÓN.- Peralta de Alcofea (nacimiento), Monzón (juventud) y París (estallido profesional). Estas tres localidades son los hitos de la trayectoria vital del escultor Paco Puyuelo. Hace cuatro años que “emigró” a la capital francesa en busca de “horizontes más amplios”, y uno que reside en Le Perraux sur Marne, una ciudad satélite de aquélla en la que viven 70.000 almas. El altoaragonés ha caído bien entre sus nuevos vecinos, y el pasado mes de octubre la ciudad y el Ayuntamiento le rindieron un homenaje que consistió en la instalación de una exposición de una cincuentena de obras en los salones de honor del Hôtel de la Ville (Casa Consistorial).
Octubre ha sido un mes “loco y gratificante” para Puyuelo. Por medio de la “itinerancia” de Arteria, la Feria de Arte Contemporáneo de Monzón, expuso en la Feria de Arte Independiente de Madrid (FAIM) y en la Feria Internacional de Agrigento (Sicilia), y a renglón seguido llegó el escaparate en Le Perraux. Para las iniciativas de promoción de jóvenes valores aragoneses del director de Arteria, Gorgonio Sanjuán, sólo tiene palabras de aplauso: “Gracias a los acuerdos de colaboración de la feria de Monzón con eventos nacionales e internacionales, ahora jugamos en Primera División. Son una ventana al mundo de un valor que no sé si por aquí se aprecia en su justa medida. Lo que está haciendo Sanjuán es innovador y supone una oportunidad incomparable para los artistas agrupados en la itinerancia”, apunta.
Puyuelo no pudo viajar a Sicilia porque dedicó la última semana de septiembre y la primera de octubre a esculpir “La fragatina”, una estatua de tres metros de altura que le encargó la Peña Fragatina y debía ser inaugurada el Día del Pilar. Apenas durmió para cumplir el compromiso, y el resultado valió la pena. También está satisfecho de la exposición de mármoles, granitos y alabastros en Le Perraux. “A la inauguración asistieron muchas personalidades, y entre ellas el embajador de España y el alcalde, que es diputado de la Asamblea Nacional. Vendí una docena de piezas y me encargaron varias esculturas grandes para jardines y espacios al aire libre. Por las tardes venían los escolares, y atenderlos fue una experiencia muy interesante, sobre todo para mí, que acostumbro a estar encerrado en mi mundo, bastante alejado de lo cotidiano”.
VINO DEL SOMONTANO
Esta anécdota tiene “sabor”: en el ágape de la inauguración convivieron el champán francés y el vino del Somontano. La Denominación de Origen que preside Mariano Beroz “apoya” a Puyuelo desde hace años, y cada vez que el artista se presenta en una sala le envía varias cajas de botellas. “Nunca quedo mal con este agasajo”, dice. A medio plazo, la relación con el Somontano se estrechará cuando tome cuerpo el proyecto de construcción de tres o cuatro esculturas de grandes dimensiones que “adornarán” espacios abiertos de las bodegas.
Puyuelo está en racha. A los encargos citados hay que añadir un escultura de cuatro o cinco metros para el Ayuntamiento de Le Perraux y otra, también de gran formato, para una ciudad de Bretaña que celebra cada año un festival de música celta. El artista se toma la llegada de “buenos tiempos” con euforia comedida. Sabe que el mundillo artístico está sujeto a los más inexplicables vaivenes. De momento, la aventura parisina parece encauzada. “Para mí, picar las piedras y sacar las formas que llevan dentro es una pasión. El trabajo va cargado de soledad, pero me encanta porque desconecto del mundo. Y de eso es de lo que se trata”.
Puyuelo traga polvo a orillas del Marne, el río que inspiró a los impresionistas, y la tarea se hace más llevadera con una copa de un crianza del Somontano. Que también gusta en París.